viernes, 29 de junio de 2007

Reforestación - Pensar en Grande

La falta de recursos económicos ,para recuperar la naturaleza, siempre va a existir en países como Ecuador. Pero, pienso que más grave es la falta de conciencia ambiental de quienes tienen el poder político, para tomar decisiones que se encaminen a trabajar con el concepto de "desarrollo humano sostenible", como fundamento de lo que debe hacerse en el país.
Una de las últimas funcionarias, que en el gobierno del doctor Alfredo Palacio, tocó el tema de la reforestación en el Ecuador, fue la ministra Ana Albán, quien fue confirmada por el presidente Rafael Correa Delgado, para continuar en esa cartera de Estado durante el presente gobierno.
La funcionaria, al inicio del gobierno de Palacio, planteó la reforestación urgente de 20 mil hectáreas. Que se conozca, no ha retomado esa propuesta en el tiempo que lleva ya en funciones en el presente gobierno.
Creo sin embargo, que esta funcionaria fue poco ambiciosa en el 2005 y pensaría, por los resultados hasta el momento, que parece aún haber abandonado este limitado desafío.
Si de verdad los ecuatorianos interesados en los asuntos ambientales con proyección económica, queremos impactar en el medio ambiente ecuatoriano, deberíamos promover, planificar , proyectar y trabajar en la recuperación forestal de no menos de dos millones de hectáreas, entre cuencas hidrográficas, áreas agrícolas degradadas por mal uso del suelo, y finalmente áreas para plantaciones y cultivos forestales.
Desde que me acuerdo, (30 - 40 años atrás) las excusas que siempre he escuchado, son las limitaciones económicas del gobierno y la inexistencia de recursos para este propósito.
Si hablamos solo de recursos económicos en el gobierno ecuatoriano, ciertamente éstos serán escasos; pero en el mundo existen abundantes recursos financieros que se orientan al desarrollo forestal; no olvidemos que muchos países en Europa y Asia, están urgidos y necesitados de diversas clases de madera, y un país tropical como Ecuador, con climas y suelos diferentes y varios pisos altitudinales, con una biodiversidad envidiable, con una adaptación de especies exóticas excelente, a más de las especies nativas, ofrece muy ricas alternativas para los distintos usos que puede tener la madera, de acuerdo a las especies forestales que se planten.
Ecuador tiene el recurso humano necesario para emprender un proyecto de ambiciosas dimensiones, desde calificados profesionales en ciencias forestales, que han prestado servicios en organismos internacionales, además de profesionales y técnicos nacionales en las universidades y escuelas politécnicas, a lo que se suma la disponibilidad de mano de obra no calificada, necesitada de trabajo que podría encontrar en esta actividad la solución a sus necesidades económicas.
A todo lo anterior sumaría a las Fuerzas Armadas ecuatorianas, las cuales en diversas oportunidades han manifestado su interés en los temas de reforestación y recuperación de las cuencas hidrográficas mediante la incorporación forestal.
El dinero para plantaciones forestales existe en el mundo, pero va a países que ofrecen condiciones de seguridad jurídica y un clima de negocios considerado positivo. Si en el gobierno tuvieran algún interés en este tema, podría averiguar, sin mucho problema, cuánto dinero se einvierte en Chile o Argentina en América, o Malasia, Indonesia o Vietnam en el Asia, para proyectos y plantaciones forestales. Se confirmaría entonces que, de darse las condiciones apropiadas, Ecuador podría desarrollar proyectos ambiciosos con inversiones de 500 o más millones de dólares, que podrían representar 50 mil o más puestos de trabajo en el sector rural.
En nuestro país lo que se permite ciertamente, es la depredación de nuestros bosques tropicales, aún los situados en parques nacionales, sin que nada eficaz y efectivo hagan las autoridades para controlarla.
La adaptación mental de los ecuatorianos, y especialmente de los responsables del sector de recursos naturales renovables, para pensar en términos de largo plazo, 30-60 años, para la recuperación óptima de las utilidades, es uno de los primeros postulados, porque debemos vencer nuestra mentalidad corto placista , que todas las soluciones las exige de inmediato, e incapaz de proyectarse al largo plazo que les parece una utopía.
Este es para los ecuatorianos nuestro primer desafío, pero mirando a mi alrededor, no veo por el momento líderes con capacidad de entusiasmar a nuestros ciudadanos con estas ideas.

viernes, 22 de junio de 2007

Intereses bananeros

Ya es hora de que los asuntos bananeros en el Ecuador giren de acuerdo a los intereses del país, no del señor Noboa, que como es conocido, presiona para que se pongan o se cambien ministros de acuerdo a sus intereses.

Durante la vigencia del sistema de cuotas y licencias, Exportadora Noboa, que representa casi el 45% de las exportaciones bananeras del país, debió tener una sobreganancia, ya que en muchos casos, igual que otros exportadores, incumplió con los precios mínimos que debió pagar a los pequeños y medianos productores a quienes compra.

Ecuador, apoyado también por Estados Unidos, peleó en dos oportunidades en la OMC cambios en el sistema de importaciones de banano de la Unión Europea, para que se eliminaran cuotas, licencias y contingentes y se pasara al sistema de “tariff only”, únicamente aranceles, porque en su momento, luego de estudiar los intereses del Ecuador como país, las autoridades consideraron que era lo que convenía a los intereses de la mayoría de productores bananeros.
Una vez que se resuelva el arancel definitivo a las importaciones de banano latinoamericano en la UE , que posiblemente serán menores a los 179 euros, los productores ecuatorianos independientes no necesitarán ya de quienes tienen licencias para exportar, podrán organizarse y competir libremente y de alguna manera podrán ser menos dependientes del poder de Exportadora Noboa. Obviamente no es lo que le agrada a Don Alvaro, pero las ganancias de la exportación bananera podrán repartirse mejor ciertamente, y eso es bueno para el país.